La gastronomía andaluza es muy variada, con influencias de otras
culturas como la romana y árabe. El arte de la cocina andaluza reside en
la preparación y en las combinaciones de ingredientes y especias;
aunque independientemente de lo que se prepare, el aceite de oliva es la
base en los mejores platos de la cocina andaluza.
En Andalucía
existen diferentes estilos de cocina la del mar y la cocina serrana o
del interior. Los potajes de legumbres y verduras y los guisos de caza,
junto a las formas de preparar el pescado configuran la esencia de esta
cocina. El plato andaluz más universal por su valor alimenticio y su
fácil preparación es el gazpacho, sopa fría a base de tomate, pepino,
pimiento, ajo, aceite y vinagre, aunque existen otras muchas variaciones
que omiten o añaden ingredientes como son el salmorejo, la porra y el
ajoblanco.
El mar ofrece excelentes productos como el atún rojo, lenguados,
lubinas, sargos, pargos, urtas, merluzas, salmonetes, sardinas,
boquerones, acedías, pijotas, langostinos (de Sanlúcar), gambas,
coquinas, conchas finas, bocas de la Isla, cañaíllas, ortiguillas (casi
desconocidas en el resto del mundo), cigalas de Adra.
Los productos de la huerta son excelentes como ejemplo hay que destacar
las habitas tiernas de Jaén, las patatas extratempranas de Motril,
espárragos de Huétor Taja y alcachofas de gran calidad. Además hay que
destacar excelentes frutas dentro de las cuales se encuentran las
naranjas de montaña de Córdoba, las más dulces y sabrosas, especiales
para sibaritas, kakis, nísperos, granadas, higos clásicos y chumbos,
frambuesas dela Alpujarra, chirimoyas, aguacates, mangos, guayabas,
papayas y otros muchos frutos subtropicales de las costas granadina y
malagueña.
Y como no mencionar al jamón ibérico de bellota y de todos ellos el que
se produce en las Sierras de Huelva y Córdoba es excepcional. Los
distintos tipos de gazpacho (ajoblanco, salmorejo, porra antequerana,
pipirrana...).
Destacar la importancia del tapeo en Andalucía, una rica costumbre con
la que se puede disfrutar tanto de sabores del mar como de la tierra.
Pescaito frito, tortitas de camarones, gambas, langostinos, etc. Los
guisos de la cocina mediterránea como la olla gitana, guisos de berza,
caldereta de cordero y rabo de toro entre otros.
En la repostería andaluza se deja sentir la gran influencia árabe, se
hacen patentes el uso de la almendra y la miel. Muchos de estos dulces
son elaborados en conventos y congregaciones religiosas, como el cabello
de ángel, suspiros de monja, tocino de cielo, huesos de santo,
borrachos o mariquitas, yemas de San Leandro, buñuelos de San Benito,
piononos de Santa Fe, dulces de calabaza y hojaldres.
Los Vinos de Jerez, representados por los finos, manzanilla, olorosos,
palo cortado, amontillados y dulces, entre los que destaca el Pedro
Ximénez, además de los Málaga, Condado de Huelva y Montilla-Moriles.
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