Pelar
los tomates,
echarlo en un recipiente, junto con los dientes de ajo y el pan
y majarlo todo. Una vez hecho todo una pasta, ir echando sobre
ella un chorrito de aceite. Es muy importante el ir haciéndolo
lentamente pues el punto se alcanza cuando el salmorejo empieza
a no aceptar la emulsión con más aceite, quedando
ya majado fino, pero espeso. Alcanzado el punto, salar y echar
vinagre al gusto. Rociarlo con el huevo duro, desmenuzadito para
servirlo. Ingredientes: Cinco tomates maduros, dos dientes de ajos, pan duro, aceite de oliva, sal y un huevo duro. |